Da igual al puesto de trabajo al que vayas a dirigir tu candidatura, un currículum vítae (CV) con fotografía se convierte en un plus para tu candidatura ya que ayuda a los reclutadores a recordar de mejor forma a cada uno de los postulantes.
Si aún no tienes foto en tu currículum, aquí te dejamos unos tips para que tu CV marque la diferencia:
Debe ser una imagen profesional: Procura que la foto tenga buena calidad, no esté pixelada. Es muy importante que cuides la iluminación. Apuesta por una imagen que se asimile a la que tendrías en un día normal y habitual de trabajo. Cuida los detalles.
Cuida todos los aspectos del lenguaje no verbal. Procura mostrar serenidad, entusiasmo, seguridad en ti misma y profesionalidad.
Se natural y sonríe, pero de verdad: Transmitirás multitud de sensaciones positivas: energía, vitalidad, dinamismo, un carácter afable, facilidad para el trabajo en equipo, profesionalidad. En definitiva, querer hacer.
Busca el mejor encuadre: Toma la foto con el rostro ligeramente ladeado y con la barbilla baja. Transmitirás mayor cercanía. Ante todo, relax, ponte cómodo y muéstrate con seguridad.
Utiliza un fondo neutro: Evita los colores extravagantes y utiliza un fondo blanco siempre que sea posible. Procura que sea uniforme en caso de ser de otro color para que no dañe la imagen.
Mantenla actualizada: Al igual que mantenemos nuestra experiencia, formación y perfil profesional actualizado es importante que nuestra imagen también lo esté. Actualidad y frescura.